Investigación sobre el sueño y sus trastornos.
El sueño es un estado fisiológico necesario para la vida, que
se caracteriza por la interrupción temporal del movimiento, la capacidad
sensorial y el estado de alerta. Durante el sueño se producen cambios en las
funciones del organismo y se desarrolla una actividad mental imprescindible
para mantener el equilibrio físico y psíquico de las personas.
Se distinguen dos fases, la fase NO REM, la del sueño lento,
y la fase REM, la del sueño paradójico.
En la primera diferenciamos cuatro fases:
1. es la
fase de sueño ligero, en la que las personas todavía son capaces de percibir la
mayoría de los estímulos (auditivos y táctiles)
2. en esta fase el sistema nervioso bloquea las
vías de acceso de la información sensorial, lo que origina una desconexión del
entorno y facilita la actividad de dormir.Es parcialmente reparador, pero no es
suficiente para que el descanso sea considerado completo.
3.es un sueño más profundo que en las fases
anteriores,donde el bloqueo sensorial se intensifica. Si el individuo despierta
durante esta fase, se siente confuso y desorientado. En esta fase no se sueña
4.es la fase de mayor
profundidad del sueño, en la que la actividad cerebral es más lenta.Es esencial
para la recuperación física y, especialmente, psíquica, del organismo. En esta
fase, el tono muscular está muy reducido.
La segunda fase, la fase REM.Se
denomina también ‘’sueño paradójico’’ debido al contraste que supone la
relajación muscular total, típica del sueño profundo, y la activación del
sistema nervioso central (signo de vigilia y estado de alerta). En esta fase se
presentan los sueños, en forma de narración, con un hilo argumental aunque sea
absurdo. La actividad eléctrica cerebral de esta fase es rápida. El tono
muscular nulo (atonía muscular o parálisis), impide que la persona dormida
materialice sus alucinaciones oníricas y pueda hacerse daño. Las alteraciones
más típicas de esta fase son las pesadillas, el sueño REM sin atonía y la
parálisis del sueño.